Adptabilidad, Eficiencia, Mentoring

¿Cuánto le lleva a un empleado nuevo ser un experto en su puesto? Está es una inquietud que suele aparecer al asignar una persona a una posición determinada de trabajo y la respuesta varía. Ocurre que son muchos los factores en inciden en ese cálculo de hecho, mucho se ha dicho al respecto y la experiencia nos demuestra que son meses los que lleva a una persona aprender a cumplir adecuadamente su función, en mi caso he podido observar que ese tiempo difícilmente es menor a 6 meses y en los casos más complejos, con personal a cargo, puede insumir hasta 9 meses. Claro que se trata de toda una inversión para la organización y el mayor peligro es que esa adaptación resulta disfuncional cuando no se lleva a cabo un trabajo adecuado de seguimiento y desarrollo, de la persona, de su articulación operativa y de los efectos que se generan con ese cambio.

Las empresas están comprendiendo que resulta altamente rentable diseñar procesos y programas adecuadas, basados en su propia experiencia y llevados a cabo por los mismos empleados que integran la firma y que antes ya pasaron por un proceso exitoso de adaptación, allí aparece el Mentoring, cómo una dinámica de trabajo valiosa con múltiples beneficios, se trata de alguien que se enfoca en Cómo hacerlo más que en Qué se hace. El mentoring acorta los tiempos de inducción, mejora el clima laboral del sector en el que se realiza la adaptación, aumenta la confianza del nuevo responsable, se enriquece la comunicación multidireccional y mejoran los resultados, no sólo en lo económico sino que se afianza el compromiso del empleado que hizo de mentor, se fortalece el desarrollo del mentée (nuevo en el puesto) y se continua la cultura organizacional.